Cualquiera que haya estado en Formentera o haya escuchado o leído sobre ella, estará de acuerdo en que es un paraíso vacacional. Si hablamos de sus playas, ya que algunas de ellas se encuentran probablemente entre las más bellas de España. Destaca especialmente la claridad del agua, que por sí sola es capaz de hacernos sentir en un estado de tranquilidad total. Por eso las playas de Formentera se merecen un espacio aparte y único como lo son ellas

Pero si tenemos la suerte de pasar varios días en esta isla, al cabo de 2 ó 3, nos daremos cuenta cómo empezamos a estar más relajados, nuestro paso se vuelve más lento, e incluso bajamos el tono de nuestra propia.

A mí me pasó esto. Y es que, si bien es cierto que el mar tiene esa capacidad de relajarnos, de bajar nuestra tensión, adicionalmente es como si la isla estuviese salpicada de algún elíxir relajante que te va haciendo efecto poco a poco. La forma de sus calles, los mercadillos, el ambiente de sus pequeños pueblos… esas cafeterías decoradas con mimo que invitan a sentarse a charlar durante horas, y esos atardeceres imposibles que te obligan a querer vivir allí para siempre.

En ese estado de calma, las pulsaciones de nuestro ritmo interno bajan, los asuntos cotidianos dejan de ser importantes, y comenzamos a apreciar de verdad el lugar en el que estamos. El azul es más azul, la comida es más sabrosa, el entorno es más amable y nosotros nos sentimos sencillamente mejor. ¿Es así como debería ser la vida siempre no?, pero como lamentablemente para la mayoría no lo es, tenemos estos paraísos para , de vez en cuando, salir del bucle…

Veamos algunos ejemplos de estos momentos especiales que Formentera nos brinda y que son absolutamente imprescindibles a tu paso por esta isla maravillosa:

MERCADO ES PUJOLS

Una de las atracciones más especiales de Formentera y que forman parte de la identidad hippie que le caracteriza, son los mercadillos.

Mercadillos hay muchos, y es muy probable que en el tiempo que estés allí coincidas con dos o tres de ellos.

Este en concreto se monta cada día entre el 1 de mayo y el 12 de octubre entre las 19.00 y las 00.00.

Mi recomendación es que vayas temprano, aprovechando que tiene un horario tan amplio, cuando aún se están terminando de montar los puestos, ya que entonces evitarás el bullicio de las horas punta, y podrás pasear con más tranquilidad entre los puestos.

El hecho de que el mercado se monte justo en el paseo marítimo, de tal manera que se puede entrever el mar entre los puestos, lo convierte en algo muy especial.

Verás que el mercado no es muy grande, y que pronto terminarás el paseo; pero este momento tiene mucho más que ofrecerte, ya que si continuas por el paseo hacia el otro lado del pueblo hasta la pasarela de madera que, dejando el mercado detrás de nosotros, sigue la hilera del mar, comprobarás la belleza de la playa de Es Pujols, repleta de los tan típicos varaderos, los lugares donde se arreglaban y limpiaban los barcos para después volver a la mar, y que forman parte del paisaje mas pintoresco de nuestra isla.

En este paseo no te olvides de parar de vez en cuando a mirar hacia atrás, descubrirás lo increíbles que son las vistas.

Finalmente, Es Pujols cuenta con una oferta de restaurantes de lo más completa, que podrás encontrar no solo al lado del mercado y de la pasarela de madera que te he indicado, sino también en el interior del pueblo, entre sus callejuelas. Allí encontrarás opciones para todo tipo de paladares y bolsillos, y también lugares para tomar una copa después, en los que la nota destacable vuelve a ser el cariño de la decoración y la disposición de todos ellos.

KIOSKO 62

Una vez en la isla verás que una de las opciones para comer más comunes, son los llamados “kioskos”. En principio esto suena como a picoteo rápido, sándwiches o alguna tapilla. Sin embargo, no es así siempre, ya que en algunos de los kioskos tienen una gran variedad de platos, de pescado y carne por lo que puedes comer o cenar bien en ellos.

El Kiosko 62 del que te quiero hablar no es uno de ellos, este kiosko sí que es para picar algo, pero lo que tiene de especial es que está situado en la arena de la playa, justo al ladito del mar. Este es el chiringuito que te imaginas cuando piensas en una película romántica en una isla perdida del caribe. Y que llegas con tu barquita después de haber navegado sobre aguas cristalinas, y desciendes a tomarte una cerveza con tus amigos isleños… unas cuantas maderas y un techo a base de redes por toral decoración; música hippie y un ambiente totalmente relajado.

Situado en una de las mejores playas de Formentera, por su extensión y por contar de nuevo con una de las vistas del atardecer más privilegiadas de la isla. Platja Migjorn, es otro de los grandes imprescindibles. Se puede picar algo, pero solo sea para pasar a tomarte una cerveza sentado frente al mar, no te lo puedes perder.

ATARDECEDER EN CALA SAONA

Formentera también es popular por sus atardeceres. Y para mí, el mejor momento para estar en la playa es a partir de las de 6 de la tarde… el sol hace menos daño, y hay menos gente. Si bien no siempre es posible seguir este ritmo, te recomiendo que no te vayas de Formentera sin organizar al menos un par de días en los que puedas quedarte en la playa hasta el atardecer o vayas apropósito algunos de ellos.

Y la reina de los atardeceres, es Cala Saona. Yo fui exclusivamente a ver el atardecer, por lo que no puedo opinar sobre la calidad de esta cala. Lo que si pude apreciar es que a diferencia a de otros sitios, contaba con bastante aparcamiento, y al menos dos chiringuitos, uno en el camino de entrada y otro en lo alto de unas escaleras en la misma playa.

A principios de septiembre el atardecer llega a Formentera sobre las 8, así que llegué como media hora antes y lo que me encontré fue que la playa estaba plagada de personas sentadas en sus pareos esperando disfrutar del espectáculo como si se tratara de una pantalla de cine.

Por tanto, como tip, llega prontito, cógete algo de beber y ponte lo más cerca de la orilla que puedas, porque pronto comprobarás que la gente se pone de pie para fotografiar el atardecer y una sola cabeza puede taparte la puesta de sol entera. Si no llegas pronto, te tocará levantarte para apreciarlo y fotografiarlo mejor, como me paso a mí, pero como puedes ver en la foto aun así no perdí un ápice de ese momento tan especial…

Aquí te he dado unos tips, más allá de las payas, que harán tu estancia en Formentera completa y perfecta; un mercadillo, un precioso atardecer, un ambiente tranquilo, harán que te vayas a dormir creyendo de verdad que estás en un paraíso tropical, pero con la diferencia de estar a sólo dos horas de la Península 😉