Famosas por ser una de las Siete Maravillas naturales del Mundo, las cataratas de Iguazú son un conjunto de 275 saltos de agua situados en la frontera de Brasil (Paraná) y Argentina (Misiones). Declaradas también Patrimonio de la Humanidad, visitarlas no deja indiferente a nadie.

Como de todo, de las cataratas de Iguazú se puede leer mucho y se pueden ver fotos impresionantes que nos dan una idea de lo que son. También se puede ver documentales, videos… pero hay algunas cosas que descubrí sobre los viajes que no es posible apreciar salvo que vayas en persona, especialmente aplicable a destinos como este. Y esto son dos “cosas”: el ruido y el olor. Pues bien, este es el caso de las cataratas de Iguazú. Pensé que tras ver decenas de fotos increíbles mientras planificaba el viaje, no me impresionarían tanto al verlas en directo. Y vaya si me equivoqué.

Yo creo que todos los que visitamos estas cataratas podríamos destacar que la primera sensación que tenemos al llegar a las cataratas, y que ya no nos abandonará durante toda la visita, es el ruido del agua. Potente, que parece que sale del centro de la tierra y lo envuelve todo, te deja sin palabras por mucho que te lo esperes.

Lo bueno de estas cataratas es que la visita está completamente organizada para la comodidad del turista. Tanto si se visita por el lado brasileño como el argentino (recomendable, casi obligatorio, hacer los dos), el camino está preparado para que el visitante disfrute sin necesidad de hacer ni pensar demasiado. Y aquí llega la eterna discusión, ¿Cuál de los dos lados es mejor? Cada uno tiene su propia opinión y como todo depende de los gustos y la experiencia de cada cual. Pero de un modo u otro creo que es necesario saber que la visita es completamente diferente en cada uno de los lados, por lo que es importante, ya que estamos allí , hacer los dos. De hecho, si nuestro tiempo lo permite mi recomendación es dedicar un día a cada lado

¿Cómo llegar a las cataratas de Iguazú?

La dualidad en este viaje empieza desde el mismo momento de la partida, ya que es posible volar al aeropuerto de cataratas de Iguazú (Argentina) o al aeropuerto de Foz do Iguaçu, en Brasil. En ambos casos vamos a aterrizar a una media hora del punto de acceso a las cataratas, y a unos 15-20 km de Puerto de Iguazú, el lugar mas habitual donde alojarse

En mi caso visité las cataratas estando en Brasil, por lo que volé a Foz de Iguazú (aunque tuve que hacer escala en Rio de Janeiro)

¿Dónde alojarse?

Puedes alojarte en el mismo Puerto de Iguazú (algo más económico) en donde encontrarás multitud de opciones para todos los gustos y bolsillos, o ir a Cataratas de Iguazú, en cuyo caso estarás al lado de los saltos, con lo que , si te puedes permitir esta opción, harás una inmersión total en las cataratas. Hay varios hoteles que ofrecen unas vistas impresionantes de las cataratas (a un precio que impresiona también…)

Si te alojas en Puerto de Iguazú, que es lo mas habitual, existe un autobús (Empresa Rio Uruguay) que te dejará en el puerta de la entrada de acceso a la visita de las cataratas.

Lado brasileño

Como decía (y como dice todo el mundo que ha hecho esta visita) ambos lados son muy diferentes. Si tuviera que hacer una descripción del lado brasileño diría que este lado permite ver las cataratas desde el punto de vista de un observador. La visita se desarrolla a lo largo de un paseo de madera acondicionado con continuos miradores a las cataratas, que te permiten tomar fotografías espectaculares y disfrutarlas con la perspectiva de la distancia, como si de una impresionante película en pantalla gigante se tratase.

En este paseo te acompañarán diversas especies de animales de la zona, como los simpáticos coatíes.

Desde aquí podremos fotografiar la famosa Garganta del Diablo, la Isla de San Martín y podremos ver a los visitantes del lado argentino.

Además hay varias opciones de hostelería y restauración, por lo que podremos comer tranquilamente y comprar souvenirs.

Lado argentino

La visita desde el lado argentino es una inmersión física en las cataratas. En este recorrido, también acondicionado , el paseo de madera nos lleva a ver las cataratas desde abajo y desde más cerca, tanto que nos mojaremos.

Este camino es más largo, y podremos acceder a los saltos mas espectaculares de las cataratas como el de Dos Hermanas, dejando para el final del recorrido la mejor parte: la Garganta del Diablo. Aquí te mojaras seguro , así que ve preparado para ello. Aquí el estruendo de la catarata lo llena todo. Da igual el tiempo que pases en este punto, siempre te parecerá insuficiente y querrás volver para sentir la vibración del agua. Es un espectáculo y una sensación tan diferente a cualquier otra, que te irás pensando que es lo más impresionante que ha creado la naturaleza.

Además, desde este lado podrás acercarte a las cataratas incluso por el mismo agua, ya que existe la posibilidad de montarse en una lancha a motor que te adentrará mucho (y recalco, mucho) al interior de algunas de ellas, gracia a la aventura naútica. Es una experiencia llena de adrenalina que recomiendo hacer ya que estás allí y que te costará mucho olvidar.

También hay otras opciones, si cuentas con tiempo y economía, aunque yo no las llegue a hacer , que es coger un bote a la isla de San Martin, o el Sendero Macuco, que te adentra en la selva.

Para finalizar tu visita a este trozo del mundo, si dispones de días suficientes, te recomiendo que dediques el tercer día a a visitar el Parque de las Aves. Una experiencia mucho mas relajante pero también bucólica y muy bonita que te enseñará las especies más típicas de la zona.