/ Jul 6, 2021

A Japón desde mi sofá

POR - Mirian

Hoy en día hay mucha información, podemos saber muchísimo (demasiado incluso) de un viaje sin movernos del sofá, solo con la información de artículos y documentales. Pero hay cosas imposibles de experimentar sobre un viaje sin hacerlo, los ruidos, los olores, la comida…

Ahora bien, si por el motivo que sea no puedes realizar un viaje, o en general por tus circunstancias no puedes viajar, hay muchas alternativas que te pueden transportar a lugares que ni imaginabas, tal y como son en esta época presente o cualquier otra. Una de ellas, y probablemente la más mejor, es leer.

Leer nos da la oportunidad de conocer cualquier lugar a través del relato de otra persona, pero con nuestra propia imaginación, y si se trata de una novela, aderezado con una historia paralela.

Leo para poder vivir más de una vida en más de un lugar

[i] Anne Tyler

Y para el caso de todos esos afortunados que sí que pueden viajar, y que además les gusta leer, existe la contradicción (al igual que sucede con los reportajes sobre viajes) de si leer estos libros antes, o después de hacer el viaje. Eso es algo muy personal. A mí me gusta hacerlo después, porque además de encontrar infinitas referencias al viaje que ya he hecho, lo cual siempre te arranca una sonrisa (y una punzada de melancolía…), te ayuda a comprender todos esos flecos que se quedaron pendientes en tu mente, o a asentar ideas que habías formado sobre el destino mientras lo recorrías.

Memorias de una geisha” -Arthur Golden-  fue mi libro perfecto después de mi viaje a Japón, ya que más allá de la polémica sobre la parte de verdad que hay en la historia que cuenta, el autor narra la historia contada por su protagonista de verdad, por lo que el nivel de detalle de ciertas cosas es absoluto: la arquitectura, la vestimenta, las costumbres y la forma de ser de los japoneses. Para mí, siendo Japón uno de los destinos que más contrastes con la cultura occidental ofrece, fue como terminar de enfocar una fotografía que había quedado ligeramente difuminada.

Del mismo modo, si no has estado allí y alguna vez has tratado de imaginar cómo es la vida en Japón, este libro es capaz de transportarte al país nipón y meterte de lleno en las calles de Kioto, la dura vida de las gueisas y la situación de la población con la llegada de la segunda guerra mundial, dibujar en tu mente los detalles más minuciosos sobre la exquisitez de la decoración japonesa, la especial arquitectura de las casas de esta ciudad, el papel de la naturaleza en la vida de los japoneses… en fin, no hago más spoiler 😀

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