Como explico en este post, para hacer un trekking por el Himalaya no es necesario tener una forma física espectacular, pero sí es importante tener en cuenta una serie de consejos que harán que tengamos una mejor experiencia.
- La mejor época para viajar a Nepal es marzo (y hasta mayo más o menos) o finales de octubre /noviembre (y hasta febrero) (más tirando a Noviembre si es posible) Los meses que en España es verano es muy mala época para ir porque coincide con el monzón. No es que sea inviable, pero será mucho más incómodo. Por lo que si podéis elegir la fecha merece la pena hacerlo para disfrutar al máximo del viaje. Al ir en noviembre, disfrutamos de un clima cálido y agradable la mayoría del tiempo, excepto cuando estábamos en los puntos más elevados del recorrido que ya bajaba bastante la temperatura. Pero eso es inevitable.
- Poco equipaje, el mínimo imprescindible, tanto si vais a ser vosotros mismos quienes portéis vuestra mochila como en el caso de que contratéis un porteador. No solo porque no se trata de cargarles a ellos con un peso desproporcionado sino porque llevar muchas cosas en un viaje así no sirve para nada. Al ir pernoctando en un refugio diferente cada noche, hay que deshacer y hacer la mochila cada día, por lo que si lleváis muchas cosas el proceso será más lento, la mochila estar más desordenada y será todo más complicado (además del peso, claro). Hay que ser prácticos. Como en cualquier otro trekking, la ropa se va lavando y secando sobre la marcha, y aparte de eso, medicinas, una linterna y crema solar, no necesitáis mucho mas.
- ¿Porteador sí o no? Esto es un tema muy debatido y cada uno tiene su opinión. Hay quien piensa que contratar porteadores es una forma de maltrato, y los hay quienes creen que es una forma de dar trabajo a estas personas que se dedican a ello. Lo cierto es que observar cómo trabajan los porteadores nepalíes, en su mayoría delgados y pequeños, es un espectáculo. Llevan tu mochila como si no les pesara, se adelantan al grupo de tal manera que cuando llegas al refugio tu mochila está allí esperándote, y con una especie de “chanclas” suben la montaña como si fueran saltamontes. Y tú con tus botas de montaña profesionales y tu kit anti ampollas de supervivencia… te entra un complejo de “flojeras”… en fin… otra de las muchas cosas con las que impresionarse en este viaje. Pero la decisión de si llevar tu propia mochila o contratar un porteador yo creo que depende de lo capacitad@ que te sientas físicamente para hacer el trekking cargando tu mochila. No te dejes llevar por cosas del estilo: “es que si la llevo yo el trekking es más auténtico…” si te empeñas en llevar tu mochila y al segundo día no puedes con ella, te arrepentirás mucho. El viaje es auténtico de todas maneras. Eso sí, si contratas un porteador habrá un límite de kilos para tu mochila (sino habría quien sí que abusaría de la circunstancia para llevarse hasta la Nespresso)
- Los baños: En determinados sitios en los que paréis o refugios (solo en algunos) los baños no son occidentales. Aunque todo es cuestión de mentalizarse, es normal que esto sea una de las cosas que más reparo pueda causar. Pero como digo, es cuestión de mentalización. Si vamos pensando en hacer un viaje de relax, con todas las comodidades, este no es nuestro viaje. Sin embargo, si vamos buscando aventura, naturaleza, experiencias diferentes y ser nosotros diferentes, este tipo de detalles no tienen importancia porque no son la prioridad; a Nepal hay que ir con otra mirada, y entonces no nos molestarán tanto estas cosas. Todo está en nuestra mente.
- El aseo: A determinada altura, al menos cuando yo fui, no disponíamos de agua caliente. Por tanto, dos opciones, o no te duchas (hay otras alternativas para un par de días, unas toallitas, por ejemplo) o te duchas con agua helada a una temperatura que también es bastante baja porque hay que tener en cuenta que ya estamos a mucha altura. Por tanto, nos queda una opción, no ducharse. Y no pasa nada por un par de días, estamos de trekking.
- No agobiarse con el mal de altura. Sabemos que muchas de las cosas físicas vienen de nuestra mente y en este caso esto se hace especialmente realidad. El mal de altura tiene mucho de psicológico. También obviamente de físico, pero si pensáis en ello constantemente, seguro que lo sentiréis.
- Consejo dirigido a españoles: la comida nepalí, especialmente la que se ofrece en los refugios del trekking es bastante buena y no tan diferente a la nuestra. Está hecha a base de base de arroz, verduras y legumbres en su mayoría, y no es tan especiada y cargada de sabor como la india. No obstante, no viene nada mal meter un par de paquetitos de embutido en la mochila, de esos que ella viene lonchado y envasado al vacío, que no ocupan ni pesan nada, son como una hoja. Nosotros lo hicimos y sienta fenomenal tomarte un aperitivo de jamón curado en medio del Himalaya después de haber caminado 6 horas. Esos placeres…
- Ir con la mente abierta EN TODOS LOS SENTIDOS: la gente, la cultura, la religión, la comida, las clases sociales, todos los conceptos tienen un significado muy diferente. De nada sirve leer e informarse, hay cosas que solo se viven estando allí. El ruido, los olores, el clima, no se pueden imaginar, hay que ir y conocerlo.
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