A 30 km de Vitoria-Gasteiz se encuentran las Salinas de Añana, un lugar insólito y sorprendente en medio de un paraje excepcional. Se trata de una de las fábricas de sal más antiguas del mundo, que se sitúa en la villa más antigua de Álava, lo que convierte a este lugar en algo aún más valioso y apreciado.
Cuando lleguemos, lo primero que nos impresionará es la arquitectura del valle, un bucólico paisaje formado por 5000 eras bañadas por el sol para el secado de la salmuera. La sal que se produce en este valle es completamente pura, ya que proviene de un antiguo mar de hace más de 200 millones de años. ¿No es sorprendente? No esperaba encontrar un lugar así de interesante y cargado de historia en un pueblecito encantador como es Añana y me sentí encantada de conocerlo.
Además, desde noviembre de 2017 el Valle Salado es Patrimonio Agrícola Mundial , ya que cuenta con el título de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial. (hay que destacar que es el único paisaje con esta distinción de toda Europa)
El valle cuenta además, con embajadores de la altura de Martín Berasategui , Joan Roca, Eneko Atxa o Dani García.
Esta y otras historias relacionadas con el proceso y herramientas de obtención de la sal de Añana os las pueden contar allí mismo en una de las agradables y cómodas visitan que realizan.
Podéis contratar la visita que más se ajuste a vuestras necesidades de las varias que ofrecen, desde las puramente informativas, hasta otras que incluyen degustación de la sal, o visitas escolares, inclusivas… las podéis consultar todas aquí.
Y si contáis con tiempo y os gusta el senderismo y la naturaleza, podréis disfrutar de alguna de las muchas rutas que ofrecen los alrededores del valle. Una forma perfecta de cerrar un viaje disfrutando de la armonía entre cultura, historia y naturaleza que nos ofrece un lugar tan singular como este.
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